
Los accesos dentro del parking, así como todos los elementos de las instalaciones, deben encontrarse en las más óptimas condiciones. Solo así los conductores y los peatones sabrán desenvolverse sin problemas y encontrar rápidamente las vías de acceso que necesitan, sean salidas o sus propias plazas.
Los garajes subterráneos han de ser lugares en los que la ventilación sea buena, lugares acondicionados según la normativa vigente. Para que los conductores hallen las mejores opciones para su vehículo, estos lugares cuentan con grupos especializados en limpieza y mantenimiento, y por supuesto, con vigilantes que a lo largo de las 24 horas, se harán cargo del control de lugar mediante visitas directas y los monitores de los circuitos cerrados. En un parking bien acondicionado, nunca se producen robos, y los conductores también pueden estar tranquilos respecto a la presencia de gamberros que se dedican a los destrozos sin ningún fin.
Por otro lado, aparcar bajo techo en hará que el coche se vea totalmente protegido contra cualquier factor climático que pueda perjudicarlo, como granizos, bruscos cambios de temperatura o inundaciones.