
Los conductores estarán en la posibilidad de elegir entre diferentes posibilidades de estacionamiento. Por un lado, podrán optar por largas estancias, una circunstancia común cuando el conductor pretende tomar un autobús para marcharse un tiempo. También es habitual solicitar plazas de parking por estancias cortas, de horas o menos. La versatilidad distingue a los administradores de los mejores parkings vigilados... espacios que además ahorrarán combustible y tiempo. Por otro lado, los vehículos se verán protegidos de lluvias torrenciales (que en algunos casos estropean motores), de granizo (que cuando es lo bastante fuerte causa abolladuras muy evidentes en la chapa), y de los excrementos de los pájaros, restos que si afectan de manera continua a la chapa, acabarán degradando el color.
En los aparcamientos vigilados, hallará también protección por la incorporación de portones especiales en los accesos, puertas de garaje vigiladas por las que solo podrá entrar el cliente y el personal autorizado.